Asegúrate de que tu rostro esté limpio y preparado con tu base de maquillaje (el iluminador normalmente se aplica después de haber aplicado la base).
Utiliza una brocha pequeña y suave diseñada específicamente para aplicar iluminador.
Aplica el iluminador en los puntos altos de tu rostro donde la luz naturalmente reflejaría, como los pómulos, el puente de la nariz, el arco de Cupido, el arco de las cejas y el hueso de la ceja.
Toma una pequeña cantidad de producto en la brocha y sacude el exceso antes de aplicarlo en tu rostro.
Con movimientos suaves y ligeros, aplica el iluminador en los puntos mencionados, difuminándolo hacia afuera para lograr un aspecto natural.